4 de julio de 2012

Rupac y Los Burros


Este año 2012, el feriado de San Pedro y San Pablo cayó un día viernes. Un inusual otoño soleado nos mantuvo en Lima, sin renegar, varios fines de semana seguidos. Al menos tres, que para los estándares de PPNHD Tours significa un montón de tiempo sin viajar. Yo personalmente le rehuyo a los feriados-puentes: todo es más caro, todo está lleno de gente (y por lo tanto más sucio y más desconsiderado) y la salida de Lima -como la de cualquier ciudad- te consume una buena parte de la energía que se supone deberías recargar en tus vacaciones. Pero esta vez tuvimos la buena idea de ir a Rupac, una pequeña joya limeña que, al menos en mi entorno (y a juzgar por la poca gente que encontramos en el lugar), casi nadie conoce.
Vista desde Rupac
Éramos cuatro hombres y cinco chicas, repartidos en dos carros repletos de alimentos y de adminículos de camping que llevamos para hacer más confortable nuestra estadía. Esto lo hicimos a sabiendas que en el lugar se podrían contratar burros que llevarían la carga pesada, de manera que ésta es la historia un viaje de aventura/relax. Un auto decidió partir de Lima el viernes 29 de junio temprano, a las 7:00 de la mañana; el otro grupo prefirió salir la noche anterior a las 10:30 p.m. y dormir en Huaral. Nos quedamos (yo me apunté en el segundo equipo) en el Hostal Las Dalias, que a pesar de lo básico parece ser la mejor opción de la zona para hospedarse, al menos en Huaral Ciudad. Tuvimos un tráfico moderado para salir de Lima, vía Evitamiento, pero en dos horas ya estábamos en Huaral comprando cerveza para llevar al hostal.  

El otro grupo llegó a Huaral casi a las 10:00 de la mañana. Dicen ellos que les tomó una hora y media llegar desde Lima y que hubo poco tráfico; yo no les creo. En todo caso, luego de un contundente desayuno en el Restaurante Sorpresa (a media cuadra de la Plaza de Arma de Huaral), arrancamos a las 12:00 hacia el pueblo fantasma de Pampas, donde iniciaríamos nuestra caminata. Cabe mencionar que desde Lima habíamos arreglado por teléfono el alquiler de cuatro burros con una autoridad distrital de La Florida (pueblo que está de camino y desde donde se puede empezar una expedición más larga hacia Rupac), pero por si acaso, lo volvimos a contactar desde Huaral. A pesar de su voz dubitativa y sus vacilaciones sobre la hora y la cantidad de burros, nos aseguró que todo seguía según lo planeado.

Una carretera asfaltada que a la fecha de este relato parece recién inaugurada te lleva a través de un bonito valle cuyo nombre desconozco. La vía está rodeada de plantaciones de cítricos, manzanas, paltas, ajíes, guanábanas y demás, que en cierto momento se acaban y dan paso a un arco en cuya parte superior se puede leer “La Florida” en metal forjado. La flamante carretera se transforma súbitamente en un camino inclinado asentado en tierra y piedras, con espacio para un sólo vehículo y muchas curvas en pendiente. Cerca de las 2:15 p.m. arribamos con nuestra nube de polvo a La Florida, pagamos los 5 soles de contribución obligatoria para visitar Rupac, comimos unas gomitas azucaradas y volvimos a confirmar que nuestros cuatro burros ya habían salido hacia Pampa. Esta validación nos la dieron con poco modular, casi inaudible, apartando la vista y con un dejo de inseguridad. “No hay burros para nosotros” pensé. Media hora más tarde, nos encontrábamos estacionados en frente de otro arco de metal, pero esta vez era un portal cerrado con cadena y candado. De manera que, estando a tan sólo a 100 metros de Pampas, tuve que ofrecerme de voluntario para regresar a La Florida a buscar la llave. Obviamente, nadie la tenía, así que nos acompañó un elemento con una sierra para cortar el candado. Entre todo este tejemeneje se hicieron las 3:45 p.m. y no había sombra de burro alguno en Pampas. El mismo señor con quien hablamos varias veces, de nombre Edmirando, por primera vez nos confiesa que los burros ese día están recogiendo las cosechas de frutas. Nos asegura que nos podrían enviar los cuatro burros al amanecer del día siguiente.

Subiendo hacia Pampas
Cuando se desvaneció la desilusión de saber que no podríamos subir a Rupac ese mismo día, nos dimos cuenta que estábamos completamente solos, en un pueblo de adobe abandonado, con una inigualable vista de la sierra, del valle y del océano de nubes que cubren a Lima, y que el sol comenzaba su camino hacia su puesta, justo al frente de nosotros. En la loma superior, frente a la iglesia, hay una suerte de “plaza” o escampado donde usualmente se instalan las carpas. Llegó un grupo de estudiantes que felizmente pernoctó en una de las casas abandonadas, y en nosotros estalló de repente ese buen ánimo que te embarga cuando sabes que ya estás instalado a salvo y con la certeza de que tienes un increíble fin de semana por delante.
Vista desde Nuestro Campamento en Pampas
En Pampas hay algunos árboles de Eucalipto. La corteza seca de estos árboles, que caen a lo largo del camino, arde exquisitamente y despide un agradable aroma. También hay ramas y troncos secos, así que tuvimos la fogata encendida cómodamente hasta la mañana siguiente. La noche transcurrió entre vino, pisco y pasta con atún; leímos cuentos de Cortázar y fuimos a buscar más leña en la oscuridad al tiempo que las chicas jugaban a “Yo Nunca”. Paseamos por el pueblo fantasma mientras Guido psicoanalizaba sin éxito al Mopri. Hacía frío y dormimos mal, pero no importó.
Pasta con atún y nuestro campamento en Pampas

Casa abandonada donde se puede pernoctar en Pampas
Nos despertó Benito, un poblador de La Florida, que no nos trajo los cuatro burros prometidos sino sólo dos. Tuvo que esperar a que despabiláramos, desayunáramos y recogiéramos todo a nuestro ritmo. Parecía experto organizando y amarrando las mochilas en los animales, pero cuando terminó de preparar el segundo de ellos se dio cuenta que todavía había cosas por cargar, como por ejemplo la hornilla para cocinar y el balón de gas tamaño doméstico. Así que un grupo se adelantó, empezaron la caminata junto con los burros, mientras Benito corría por el monte tratando de encontrar el tercero que hacía falta. 
Benito, el burro y el grupo
Al cabo de 45 minutos alcanzamos al resto de la pandilla, quienes estaban repartiéndose las tareas de recargar agua en el manantial (que vale decir se alimenta de una cascada muy bonita) y de tratar de amarrar correctamente la carga en los burros. El trabajo de Benito no duró siquiera media hora. El ascenso en realidad fue breve: la subida a Rupac a ritmo tranquilo no debería pasar de las dos horas, máximo dos horas y media. Y no es muy inclinado, salvo en algunos tramos. Pero nosotros, que tuvimos que lidiar con los burros, amarrando y balanceando la carga constantemente, nos pudimos haber demorado unas tres horas y media.
Tratando de amarrar los burros en el camino... y Camila tomando fotos.
Vista desde la caminata
Una advertencia: en un punto, casi al final del recorrido, se encuentra un cartel que dice “Bienvenidos a Rupac”, o algo así, y de hecho en ese momento tienes una chullpa encima de ti y otra en un cerro más abajo  (ver foto). Pero desde ese punto hasta la verdadera entrada del complejo arqueológico faltan unos 20 minutos de subida, que resultan interminables cuando crees que ya llegaste a tu destino.  
El cartel engañoso
A la 1:00 de la tarde llegamos todos a la zona de camping de Rupac, comimos un snack, algunos tomaron una pequeña siesta y otros más inquietos se adentraron a explorar el complejo arqueológico en busca de un lugar para instalarnos: obviamente no pensábamos a quedarnos en la sosa zona oficial de campamento, a pesar de la protesta inicial de algunas chicas que se negaban a dormir entre huesos y calaveras. Una pequeña plazoleta del complejo acogió esa tarde. Ahora que lo pienso, casi toda la variedad de alimentos que llevamos eran snacks, frutas e insumos para el desayuno, porque esa tarde volvimos a comer pasta con atún en cantidades excesivas. Más tarde, sopa instantánea y galletas con crema huancaína.
Rupac desde la Zona de camping "oficial"
Rupac es un complejo de casas de piedra, con algunas zonas ceremoniales y funerarias, pequeñas plazoletas y depósitos, ubicados al borde de un cerro a 3.400 metros sobre el nivel del mar, con una vista estratégica y rodeado de un imponente paisaje. Por esta razón se le considera el Machu Picchu Limeño. A pesar de que algunas edificaciones están parcialmente derruidas, muchas están en perfecto estado y conservan incluso sus techos de piedra. En mi opinión, es un lugar muy hermoso y me sorprende que sea casi desconocido. En lo alto del complejo no hay leña, así que luego de ver el magnífico atardecer, de profanar algunas edificaciones y de la obligatoria sesión de fotos, las chicas se metieron –todas - en una carpa para evitar el frío y para contar historias cochambrosas.  A las 9:00 de la noche estábamos todos durmiendo.
Chullpa con huesos humanos
Edificación en Rupac
Zona ceremonial
Nuestro campamento en Rupac y la luna sobre nosotros
Benito nos cobró 20 soles por burro y 30 por su guía. Ida y vuelta, 180 soles. Se empeñó en que le pagáramos todo de una vez, con la garantía de dejar los burros con nosotros hasta la mañana siguiente. Obviamente, y tomando en cuenta los antecedentes, no aceptamos. Felizmente no pernoctamos en el acampadero oficial, porque los burros rebuznaron con furia varias veces durante la noche y uno de ellos se soltó. Por suerte, a la mañana siguiente seguía ahí pastando junto a sus colegas. El regreso a Pampas inició a las 9:30 de la mañana, y  nos tomó una hora y media en total, mucho más rápido que el ascenso.  A las 11:30 tomamos nuestros carros y nos dio tiempo de llegar a Huaral a la 1:45 p.m. para ver la final de la Eurocopa 2012, presenciar la goleada de España a Italia mientras nos deleitábamos con un exquisito chancho al palo en el Restaurante Macatón.

Un fin de semana mágico. Que se repita!

El grupo Rupac!

2 de junio de 2012

Huaca Bike 2.0

La odisea de las huacas de Lima no podía quedar a medias, eso estaba más que claro, así que nos hemos lanzazo con nuestras bicis a cabalgar la segunda etapa huaquera que recorre esencialmente Breña y San Miguel, mas un largo recorrido a pié por el Parque de las Leyendas.



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Mapa general de Huacas de Lima - Recorrido 2 - San Miguel, Breña y Parque de las Leyendas

Aprovechando que es Domingo y que la Avenida Arequipa está cortada al tráfico motorizado en todo su recorrido desde las 8 AM hasta las 13 PM, quedamos en el cruce con Santa Cruz y la recorremos hasta la avenida 28 de Julio, donde giramos a la izquierda para dirigirnos en linea recta hasta la Plaza de la Bandera. Allí mismo se encuentra Mateo Salado, que a mi parecer es una de las huacas más interesantes de Lima. 
Mateo Salado - Frente

Mateo Salado - Panorámica

Mateo Salado - Satelite
Aún con la emoción de haber pasado por la primera huaca, tán impresionante, y arrastrando una pequeña decepción por no haber podido entrar a visitarla (se encuentra en proceso de rehabilitación) seguimos de frente hasta el Panteón Chino, que es una pequeña huaca ubicada al otro lado de la Avenida Mariano Cornejo, a pocas cuadras de Mateo Salado.


La huaca se encuentra cerrada al público y, como la mayoría de las huacas de Lima, puede visitarse con la debida autorización del órgano competente.
Huaca Panteón Chino - Frente

Huaca Panteón Chino - Satelite
La suerte de esta avenida es que tiene un carril bici a ambos lados y no hay demasiado tráfico, por lo que se puede recorrer muy tranquilamente, mientras que el recorrido que hicimos desde la 28 de Julio hasta la Plaza de la Bandera, no se puede decir que sea de los recorridos más bonitos de Lima. Claro que, uno tiene que conocer su ciudad tal y como es, ya que todo ello forma parte de la identidad de sus habitantes.


Poco más adelante uno choca de frente contra los terrenos de la PUCP, por lo que, para rodearlos sin dejar atrás la huaca Potosí Alto, la bordeamos por la derecha para luego regresar hacia la entrada del Parque de las Leyendas. Desgraciadamente la huaca solo es accesible a través de una de esas verjas que tanto me gustan y que imposibilitan el acceso a un espacio público llamado calle, de modo que solo es posible verla alejándose cincuenta metros, por encima de un lindísimo muro de ladrillo mugriento.
Huaca Potosí Alto - Satelital
Frente a la huaca se encuentra el Parque de las Leyendas, pero todos los accesos están cerrados excepto la entrada principal, al comienzo de la Avenida Precursores, por lo que hay que bordear todo el parque y dejar las bicicletas en el parking de la entrada.


El ingreso al Parque cuesta s/.10 y permite el acceso a todas las areas del recinto, al zoologico, el jardin botánico, las huacas, etc... La verdad es que todos desconocíamos el parque después de haber sido ampliado y mejorado, y nos llevamos una grata sorpresa, a pesar de ver montones de animales enjaulados, tristes y aburridos.
Parque de las Leyendas - Satelite
En el recorrido del Parque de las Leyendas uno puede perderse tantas horas como guste, es tán extenso que puede dedicar todo el día y apenas tendría tiempo para ver todo más o menos por encima.

Las huacas en el interior se pueden visitar y tienen buenos carteles informativos sobre cada una de ellas. Las más accesibles son la Huaca San Miguel, que se encuentra frente a la entrada y se está preparando para poder recibir visitas guiadas proximamente, y las Huacas Cruz y Tres Palos que se encuentran frente a los terrenos de la PUCP, a la derecha de la entrada. Hacia el otro lado se encuentra la Huaca La Palma, junto a la laguna recreativa, donde se puede pasear en barca, y más al fondo se encuentran, algo más alejadas, las Huacas Las Prisiones y Middendorf.

Está permitido el acceso de bebidas (en botella de plástico) y de comida, a diferencia de como se suele hacer en este tipo de lugares de ocio para provocar el consumo en su interior, lo cual es un gran punto a favor, ya que hay multitud de mesas y parques y diversidad de restaurantes donde almorzar o tomar algo. Es curiosa la prohibición de entrar con cigarrillos.

En el exterior del parque, al otro lado de la Avenida Venezuela, se encuentra la Huaca San Marcos, que no nos aventuramos a visitar por falta de tiempo y demasiada hambre. Optamos por salir en búsqueda de algún huarique en la calle Rafael Escardó, a la salida del parque, y de allí dirigirnos directametne a la siguiente huaca.
La Huaca Huantinamarca se encuentra casi en linea recta desde la entrada del Parque de las Leyendas, junto a la avenida Brígida Silva de Ochoa, y no se puede llegar por detrás porque está rodeada de un grandísimo proyecto urbanístico de varias manzanas, el Parque de la Huaca, y además está unido al terreno del tottus, lo que nos obligó a regresar hasta la Avenida la Marina. Está frente a un parque con un skate park y parece estar bien conservada, aunque desde fuera no parece gran cosa, una foto muestra varios habitáculos en su interior.
Huaca Huantinamarca y Rosada - Satelite

Huaca Huantinamarca - Parque de la Huaca

Huaca Huantinamarca - Frente
Huaca Huantinamarca - Interior

Al otro lado de la Avenida se encuentra la Huaca Rosada, o Casa Rosada. No se aprecia bien y no tiene información alrededor, pero es una de las más antiguas, con más de 4500 años, una joyita arqueológica algo descuidada.
Huaca Rosada - Frente

El camino hacia la Huaca Huantille es regreso hacia San Isidro, entre la Marina y el Ejército, pero nos perdimos un poco y no pudimos encontrarla por falta de tiempo. Las rutas de vuelta pueden ser muy variadas, por la costa verde hay carril bici, por el malecón encuentras varios puntos cortados donde tienes que entrar al ejército, o bien en linea recta atravesando Magralena o por la Javier Prado.



La ruta finalmente estuvo bien divertida y nos llevó aproximadamente 7 horas, contando el paseo de 3 horas por el Parque de las Leyendas y una hora para comer en el restaurante, además de las paradas en cada Huaca. Perfecta para un domingo!

5 de mayo de 2012

Quebrada Santa Cruz

Ruta de cuatro días / tres noches a través de la Quebrada Santa Cruz, entre los macizos helados del Huandoy-Artesonraju y la cadena montañosa del Alpamayo-Taulliraju.



27 de abril de 2012 - 2 de mayo de 2012

Resumo los detalles:
- Ubicacion: Huaraz Ancash Peru
- Duración: 04 días 03 noches campamento
- Dificultad: A moderado
- Altura Maxima: 4,750 msnm. Paso punta unión
- Salida de Lima viernes noche, llegada Huaraz sabado temprano
- Regreso de Huaraz martes noche, llegada Lima miercoles temprano

Se sale de Cashapampa (2900), iniciando un ascenso suave de dos días: Jamacorral (3760) y Taullipampa (4250), habiendo atravesado las lagunas Jatuncocha y Ichicoccha, y paseando al pié de los picos Santa Cruz (6259), Quitaraju (6040) y Alpamayo (5947) al lado norte, y los picos Aguja (5985), Caraz (6020), Artesonraju (6025) y Paria (5500) del lado sur. El tercer día se atraviesa el collado de Punta Unión (4750) para descender al campamento de la Quebrada de Paria (3810). Y el cuarto y último día se caminan 3 horas hasta Vaquerias (3850).

La ida hasta Cashapampa (Caraz) son tres horas, y el regreso desde Vaquerías (Yungay) calculo que unas 4 horas. Ambos hay que contratarlos previamente.

...

Bueno, esto era solo una planificación inicial sin tener la más remota idea de lo que nos ibamos a encontrar, cosas que pasan por no llamar antes, sobre todo siendo una ruta transitada como es esta. Resultó estar cortado el paso en toda la quebrada Santa Cruz, desde Taullipampa hasta Huallapampa, por un enorme huayco que presuntamente había caído cuatro semanas antes y debido a las cantidades de piedras y barro que arrastró, dejó totalmente impracticable el camino, especialmente para los animales, por lo que ningún arriero estaba dispuesto a salir en esas condiciones desde Cashapampa.
 Foto de grupo: Daniel, Toni, Jan
Ivone, Icíar, Albert
 Vistas del Nevado Pisco
De modo que después de haber llegado hasta Caraz en combi nos dimos media vuelta y regresamos a Yungay, para realizar la ruta inversa, terminando en Cashapampa, si es que conseguíamos engañar a algún arriero en Vaquerías. Fueron cinco horas más de carretera atravesando el callejón de Huaylas, por lo que finalmente nuestra salida se demoró casi hasta la 1:30 pm.


La caminata del primer día comienza en Vaquerías con un descenso de altitud de unos 300 metros en corto recorrido, para cruzar el río e iniciar una suave subida por el valle hasta el campamento de la Quebrada de Paria, que está casi a la misma altitud. El recorrido se hace en poco más de 3 horas a paso relajado.

El segundo día la caminata es bastante más larga, asciende suave en un primer tramo. A mitad de camino se desvía a nuestra derecha otra ruta de 10 días, cruzando el río y subiendo hasta la cresta para cruzar a otro valle por un paso que se me antoja una locura. Hay varios repechos más duros pero en general el camino discurre sin mucha pendiente, hasta llegar al pié de Punta Unión, donde dejamos los burros y las carpas armadas para subir hasta el paso y poder ver las dos quebradas y los nevados más de cerca. 



No tuvimos toda la suerte del mundo con el tiempo pero pudimos observar un arco iris impresionante, la vista de los dos valles, parte de los nevados, y el huayco que había inundado de barro toda la quebrada Santa Cruz. A estas alturas, todos los arrieros que nos habíamos cruzado nos habían quitado de la cabeza de avanzar hasta Cashapampa porque el fango estaba demasiado blando y era peligroso para los animales e incluso para las personas.

 Quebrada Santa Cruz desde Punta Union


Existe una ruta alternativa para no regresar por el mismo camino que te lleva directamente hasta el campamento de la Quebrada de Paria. La ruta saldría a medio camino entre Punta Unión y la laguna que se encuentra al pié, donde acampamos, y recorre dos lagunas caminando hacia el este sur-este (la primera laguna se bordea por la izquierda, la segunda por la derecha, creo recordar) y finalmente desciende con bastante pendiente. El camino no está marcado y es facil perderse si hay niebla.



La noche nos regaló un poco de agua y bastante soroche, así que lo pasamos jugando cartas en la carpa, mientras uniamos fuerzas en conjunto para crear un agradable aroma a queso curado mexclado con toxicidades flatulentas de cualquier clase. Al amanecer no tuvimos la suerte esperada y la niebla estaba tan baja que tuvimos que cancelar la ruta alternativa ya que el arriero no puede hacerla con las mulas.


Bajamos de frente hasta Vaquerías, llegando antes de las cuatro de la tarde, y habiendo terminado nuestro trek con un día de antelación. Tuvimos la suerte de tener a nuestra disposición una combi que nos llevó hasta Huaraz, haciendo todo el camino de noche, con mucho cuidado, y disfrutamos de una noche de hotel en condiciones y un día extra para dedicarlo a enjuagar el polvo de nuestras gargantas con abundante chela y muchas pizzas.

  Vista nocturna del Huascarán
 desde la Laguna Llanganuco

Quedan los recuerdos, la satisfacción de los paisajes visitados, la sensación placentera del merecido descanso en la placita de Huaraz, ... y una profunda sensación de haber dejado algo a medias! Regresaremos 100% seguro!


Recordatorio de precios:
Bus cama Lima-Huaraz s/.110 /pers
Bus cama Huaraz-Lima s/.110 /pers
Combi Huaraz-Caraz s/.60 /6pers
Combi Caraz-Yungay s/.20 /6pers
Combi Yungay-Vaquerias s/.210 /6pers
Arriero + 2mulas x 4 días s/300 /6pers -- CONTACTO "EMILIO" es muy amable y el precio está bien.
Combi directa Vaquerias-Huaraz s/. 270 /6pers
Habitación compartida para ducha antes del bus s/.50 /6pers